Lo sentimos: el tamaño importa

Contenido patrocinado por Cervezas Arriaca

Llevamos toda la vida escuchando mensajes conciliadores acerca del tamaño, sobre que no es tan importante como podamos pensar y sobre que la belleza está en el interior. Pero si lo extrapolamos al sector cervecero, efectivamente, la belleza sigue estando en el interior, aunque el tamaño, en este caso, sí es relevante e incluso mutante si saltamos de unas coordenadas geográficas a otras.

Tan diversa como comprobamos a diario, España ofrece tamaños y maneras de pedir cerveza muy distintos según el lugar donde nos encontremos. Es algo que ya se analizó y difundió desde Cerveceros de España y que recordaremos en la parte final de este artículo.

El tamaño en la cerveza artesanal: la tenemos grande
Centrándonos ahora en el formato-tamaño de la cerveza artesanal en España, ¿cuál es el que se viene utilizando? Si hablamos de la que se sirve directamente en barril (y que es lo deseable, que los hosteleros vayan apostando por la variedad en grifo), tendremos que apelar a lo referido unas líneas arriba: dependerá del lugar de la geografía española en el que nos encontremos y, también, del sello particular del hostelero.

Sin embargo, en el mundo craft beer es habitual los vasos de pinta y de media pinta como destinatarios de la cerveza de barril. La segunda sería algo más larga que una caña general (unos 28 centilitros), mientras que la pinta sería el equivalente, más o menos, a algunas modalidades de doble y a la jarra, dependiendo de si hacemos referencia a la pinta americana (473 mililitros) o a la inglesa (568 mililitros), respectivamente.

Para los envases, la cerveza artesana también lo tiene claro en España: 33 centilitros para la botella y la lata, con algunas excepciones, por supuesto. Es el que utilizamos también en Arriaca, como puedes comprobar en este enlace.

¿Por qué es el tamaño más común entre la cerveza artesanal? La respuesta habría que buscarla, entre otras cosas, probablemente en la conservación, “ya que cuanto más volumen tenga un envase, es menos probable que le afecten elementos como la oxidación, fruto de los propios procesos de llenado”, según apunta Jesús León, CEO de Cerveza Arriaca.

Está claro: es más sensible en ese aspecto un botellín de 20 centilitros que un barril de 30 litros.

Puesto que, de un lado, las artesanales apuestan por salvaguardar al máximo la calidad organoléptica de sus cervezas y que en España, del otro lado, no se estilan los formatos grandes, la fórmula del tercio o envase de 33 cl. parece la fórmula más sensata para la cerveza artesana, tal y como se ha impuesto.

Otro tamaño a tener en cuenta en el mundo craft es la botella de 75 centilitros, con una imagen elegante y cuidada, que empieza a verse con asiduidad en muchas mesas de restaurantes, probablemente por la irrupción de las cervezas artesanas en el maridaje gastronómico, que propone compartir cervezas para acompañar infinidad de platos, en este caso, sin el carácter peyorativo que puede tener la litrona.

¿Estamos cambiando de tamaño?
Un formato muy asentado en España es el quinto –o botellín tradicional-. Ello permite rondas baratas y la cerveza fría en todo momento. Tiene un componente social muy arraigado en el que incluso es habitual estar degustándolas de pie con amigos o familiares.

Este modelo es inexistente en Alemania, por ejemplo, como en otros países de Europa donde prefieren tamaños de cerveza mucho más grandes (la botella de medio litro es la más habitual) y donde el componente social se debate más en asientos y la cerveza reposa en la mesa. Es otra filosofía, desde luego.

¿Estamos cambiando a formatos más grandes con la irrupción, potente, de la cerveza artesanal en España? Pues quizás, puesto que incluso los grandes grupos cerveceros están apostando por ello.

La variedad de tamaños en España
De Norte a Sur y de Este a Oeste, pedir una cerveza en barra tiene su componente particular dependiendo del punto de España en el que nos encontremos. Las denominaciones más habituales que detectó el estudio de Cerveceros de España son las siguientes:

- Caña. Ello te asegura que la cerveza será de barril, aunque si nos encontramos en Madrid el vaso será de unos 200 mililitros, pero si nos vamos al Norte, al País Vasco, el tamaño será superior, de unos 350 mililitros.

- Botellín o quinto. En este caso, nos referimos a la botella de 200 mililitros, la medida más pequeña que se ofrece en este envase en España. Muy habitual en el Noreste del país.

- Doble. Dicen que la ciencia es exacta, pero en este caso falla. Así que en algunos lugares se cumplirá la lógica y será de 400 mililitros, pero no será así en determinados puntos de España.

- Tercio. Es la bebida en envase más grande servida en España de forma habitual y la mayoritaria, como apuntamos, en la cerveza artesanal. Equivale a 33 centilitros, es decir, un tercio de litro. En algunos lugares se conoce como ‘media’ (Asturias y Cantabria) o ‘mediana’ (en Cataluña).

- Corto, zurito o penalti. Pedir un corto es habitual en Castilla y León, servida en un vaso que oscila entre los 100 y los 140 mililitros. En el País Vasco lo pediríamos como zurito, mientras que en Aragón sería un (clarísimo, sin VAR y en el BAR) penalti.

- Vaso de litro. Según las latitudes, hablaremos del ya mencionado litro, de cachi (País Vasco) o de mini (Madrid).

- Litrona. Es una botella de un litro, que se hizo popular hace algunas décadas en celebraciones y conciertos.

En fin, variedad. ¡Como la vida misma!

PD : existen más tamaños y denominaciones a lo largo de la geografía española y en este artículo se tiende a la generalidad, lo que no quita la excepción o, en resumen, que cada uno beba la cerveza, sea artesana o industrial, donde le quepa y le apetezca. ¡Salud!