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Nos queda IPA para rato

ipas arriaca lata

Si no lo viera, no lo creería. Pero haberla, hayla. La cerveza tipo IPA, acrónimo de India Pale Ale, no sólo está de moda desde hace unos años en España, sino que (creemos) seguirá siendo tendencia durante unos cuantos más. Y que dure, por favor.

Y ello a pesar de que muchos nos empecinemos en jugar a las quinielas vaticinando las tendencias del sector cervecero para el corto plazo cada vez que estrenamos año.

Por eso, vamos a tomarnos este texto como un (pequeño y fugaz) homenaje a este estilo cervecero que tanto hace babear a quien junta estas letras. Sólo hace falta fijarse en el número de veces que aparece la palabra (IPA) en este artículo… 😉

El poder de la IPA 

Los datos son tozudos, pero también sesudos. Por orden:

1. La mayoría de las crónicas, artículos y opiniones leídas en los primeros compases del año en torno al sector cervecero en general y artesano e independiente en particular tiraban hacia lo mismo: la IPA seguirá siendo fuerte. Y aquí incluimos la irrupción de subestilos de la misma, como la Neipa, la Brut IPA o la IPA con frutas.

2. Los datos más cercanos (los de Arriaca). Nuestra IPA convencional pegó un pepinazo en ventas durante el pasado ejercicio, con especial incidencia del formato en lata (que copó la mitad de la producción de la cervecera). Pero es que la Session IPA y la Imperial Red IPA también experimentaron un crecimiento sobresaliente.

3. Las cervezas industriales también están en modo IPA y se han subido al carro del estilo tras el empuje de las artesanales. Sólo hay que darse una vuelta por sus canales de comunicación para ver cómo están experimentando -y poniendo en el mercado- variedades de este estilo, ya sea como marca propia o con empresas participadas.

4. También las grandes superficies han hecho hueco en sus lineales a la IPA. Y en muchos casos de cerveceras artesanales e independientes. Que continúe la confianza. Y, por otro lado, también han empezado a sacar estilos cerveceros bajo sus marcas blancas. Y la IPA, por supuesto, no puede faltar.

Todo, pues, conduce a la IPA. Como se ejemplifica en la anécdota que te vamos a contar a continuación.

La veraz anécdota local de la IPA

Hay un amigo, cultivado, de mundo, ingeniero, dicharachero, en el mismo pueblo en el que fabricamos Arriaca que nos sirve como botón a esta muestra. Es meramente anecdótico, pero revelador.

IPA en lata cerveza artesanal Arriaca

Trabaja fuera del municipio, al que regresa cada día tras su jornada laboral. Y desde hace relativamente poco tiempo se ha subido al carro del deporte de semiélite, compitiendo en maratones, triatlones y similares. Y como tal se entrena.

Hasta hace poco solamente bebía la típica cerveza rubia, que era la única que podía encontrar en sus establecimientos habituales.

Sin embargo, y ahora, casi a diario se ve en la necesidad de detenerse en la gasolinera de entrada al pueblo. ¿El motivo? Hacer un pequeño alto en el camino para adquirir su lata suelta de Arriaca IPA, que después degustará tranquilamente en casa (sí: ya se pueden encontrar IPAs incluso en gasolineras).

Es un pequeño vicio adquirido que compagina -y con buena praxis- con el deporte. “No quiero comprarlas en packs grandes, que a veces lo he hecho, porque me las bebo”, dice sonriendo. “Joder, es que están muy buenas”, se queja. “Así que lo hago así para compaginar este pequeño placer con el deporte (ríe)”.

Y como viaja también bastante por trabajo, es habitual que quien escribe estas líneas reciba de él a menudo fotografías vía whatsapp de aquellas cervezas que está degustando en Barcelona, en Valladolid, en Valencia, en Donosti… Y casi todas son, sí, IPAs.

Es un ejemplo más de como la IPA engancha como estilo.

Origen de la IPA

Como breve reseña final, y puesto que sobre ello se pueden escribir ríos de espuma, has de conocer que el origen de la IPA, como tantas cosas, hay que encontrarlo como un parche-solución a un problema de nuestros ancestros.

Y es que, hace siglos, la cerveza transportada en los barcos en los viajes de la metrópoli a las lejanas colonias se echaba a perder en ese tránsito.

Hablamos, principalmente, desde los puertos británicos hasta la India, donde las condiciones (en esta última) de salubridad y el agua no invitaban a elaborar cerveza.

Los cerveceros optaron como solución por incrementar su nivel alcohólico y añadir más lúpulo a la cerveza, que actúa como elemento conservante y antiséptico. El resultado: cervezas más amargas, más intensas en aroma y sabor y… ¡más duraderas! Es decir, el estilo IPA.

Epílogo express: que viva la IPA.


Contenido patrocinado por Cervezas Arriaca

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