Descenso en Kayac por la medalla a la mejor Gose
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| Cerveza ácida al punto de sal |
Ha llegado el buen clima, los días son más largos, más tiempo libre, y con el calorcito, ocasión para practicar deportes acuáticos (sin olvidar nuestro deporte favorito; cervecear en la mejor compañía posible). Así pues, cogemos nuestro kayac y nos vamos hasta la localidad germana de Goslar, en la Baja Sajonia. ¿Por qué en tal emplazamiento? Os preguntareis. Pues porque por esta localidad transcurre el Rio Gose, protagonista absoluto de este "Cerversus" veraniego, ya que sus aguas ligeramente saladas dieron fundamento a las recetas de un estilo de Sour muy particular y popular para los amantes de las cervezas ácidas. Tradicionalmente se elaboraba con bacterias lácticas y fermentación espontanea, con gran parecido a la Berliner Weisse salvo por el matiz salado. Su origen se remonta al siglo XIV pero se popularizó en el XVIII y XIX sobre todo en Goslar, donde se producía principalmente, y en la ciudad de Leipzig. Posteriormente sufriría un declive cayendo casi en el olvido, hasta que tras la caída del Muro de Berlín , algunas cerveceras rescataron el histórico estilo comenzando a elaborarla e incluyéndola en su portafolios. Actualmente, podemos encontrar este estilo de cerveza ácida entre las variedades de producción de numerosas fabricas de todo el globo, como por ejemplo, entre las de nuestros dos protagonistas y competidoras de esta ocasión; las escandinavas Omnipollo y To-Øl.
Turno para presentar a estas dos marcas y a sus representantes elegidas para competir en este descenso fluvial germano. Se trata de la ssueca Omnipollo con su Bianca Mango Lassi Gose y la Danesa To-Øl con la Gose To the fyrreskov. Comenzaré destacando ciertas cualidades comunes de ambas cerveceras, por ejemplo su carácter "Nómada". Esto quiere decir que normalmente crean sus recetas para después elaborarlas en grandes lotes en diferentes fabricas de terceros, ya sea en colaboración con las mismas o solo usando sus instalaciones. Otro punto en común, es la posibilidad de encontrar la mayor parte de su gama de cervezas, envasadas o en tirador, en sendos locales en sus ciudades de origen, así como una gran variedad de comida local para acompañarlas. Omnipollo en Göteborg (Suecia) con Omnipollos Gothenburg, asi como To-Øl en Copenague (Dinamarca) y el brewpub Brus. Otras características que comparten son; la apuesta por la innovación en las recetas llegando al extremo en numerosas ocasiones, unos diseños vanguardistas en sus productos y en la imagen de marca, su afianzamiento entre las mejores cerveceras del planeta, y por ultimo, sus altos precios de venta al público.
Ahora, profundicemos un poco en los orígenes de cada una, empezando por la mas antigua. To-Øl puso a la venta su primer lote en 2010, aunque sus fundadores, Tore Gynther y Tobias Emil Jensen, llevaban trabajando en sus recetas de forma casera desde 2005 con la idea de renovar el panorama cervecero danés y "darle algo de juventud a la cerveza". En 2016 abrían al público el brewpub Brus en el que además de servir comida y cerveza directamente de los tanques, hace las veces de micro-cervecería para producción y envasado de algunos lotes pequeños y ediciones limitadas. En 2017 Tobias abandona la empresa para dedicarse a otros proyectos dejando en manos de Tore el rumbo de la misma.
Omnipollo nace en Estocolmo en 2011 impulsado por el maestro cervecero sueco Henok Fentie y el polifacético ilustrador y diseñador gráfico Karl Grandin. Este ultimo, cofundador de la marca "Cheap Monday" y mundialmente reconocido por sus creaciones para entre otros; Diesel, Elle, Levi´s, MTV, Nike, Puma, Sony music, etc. Este tándem ha sido capaz de posicionarse entre las más punteras productoras de cerveza gracias a una mezcla perfecta de cervezas de una gran calidad, tanto en estilos clásicos, como con verdaderas filigranas de combinación de ingredientes para llevarnos a degustar auténticos postres líquidos o sorbetes alcohólicos, y una imagen rompedora y artística más allá de lo habitual en el sector, convirtiendo algunos de sus envases y diseños en autenticas piezas cotizadas por coleccionistas de ámbito craft como del puramente artístico.
Y ya que tenemos claro el nivel de los "palistas" que se van a medir en este "Cerversus", todos al agua y que comience "El descenso del río Gose".
Precio
Se da el pistoletazo de salida y Omnipollo sale con retraso, porque si hay un tema controvertido sobre los de Estocolmo, es lo generalmente elevado de sus precios. Buscando a fondo he encontrado precios para Bianca desde 4,60€ llegando hasta 7,65€, pero curiosamente para la representante de To-Øl el precio es estándar a 3,80€ independientemente de donde la adquieras, cosa que es de agradecer y siendo un precio muy razonable. Únicamente en la web oficial de la marca su precio sube a 5,00€.
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Envase
El cuidado diseño y acabado de sus botellas es algo fundamental para nuestros dos competidores. Los dos escogen la botella clásica de tercio Long Neck tradicional en color marrón oscuro y chapa sin dibujo ni rotulado, en blanco para To the fyrreskov y en morado para Bianca. En el etiquetado llega la diferencia, optando To-Øl por doble pegatina en papel, grande para la delantera y pequeña para la trasera. En la principal el estilo minimalista manda, con un fondo fotográfico de una montaña nevada en blanco y negro, con un garabato en rosa claro en la parte central que ocupa gran parte de la misma. En la esquina superior derecha en color blanco con un tamaño no muy grande, sitúa el nombre de la marca y su logotipo. En la pegatina trasera, de forma sobria con letras pequeñas y sencillas en negro sobre fondo blanco, el nombre de la cerveza, el estilo, ingredientes básicos, código de barras, dirección de la cervecera y poco más.
Omnipollo elige la serigrafía sobre el vidrio, algo habitual en ellos. Únicamente una pluma morada y verde aguamarina con lunares anaranjados de diferentes tamaños para la parte delantera. En la trasera, también serigrafiado, en color blanco va el nombre de la marca, de la cerveza, el estilo, graduación alcohólica, código de barras y lugar de elaboración, todo ello en sueco.
Bianca recupera los metros perdidos y se pone a la par con su contrincante. Se puede ver como salpican con sus palas al remar por las frías aguas.
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Alcohol
Casi el doble una con respecto a la otra para el mismo estilo. 6% ABV de Bianca frente a 3,8% ABV de To the fyrrestov. También hay versiones de Bianca con 3,5% ABV.
Ingredientes
Salvo los ingredientes básicos necesarios para este estilo, como son la malta de cebada, malta de trigo, lúpulo, levadura y bacteria (para acidificar el mosto), solo puedo destacar en el caso de Bianca, el aporte en la receta de sal de roca, lactosa y puré de mango. En el caso de To the Fyrreskov (bosque de pinos en Danes), destacar la inclusión de sal marina, lúpulo Simcoe y brotes de pino.
Aspecto
Nuestros navegantes cogen velocidad y empiezan a darlo todo. To the fyrreskov es el más fiel a la apariencia clásica del estilo. De color amarillo brillante y traslucido, al servirla forma una abundante cantidad de espuma blanca y cremosa, la cual, además de adherente, se mantiene en la copa en forma de fina capa durante toda la cata, impregnando los bordes de la copa. Asimismo muestra un rosario constante de finas burbujas que emergen desde el fondo del vidrio.
Bianca es anaranjada y turbia, casi opaca, recordando al color del melocotón maduro. Su espuma marfil de poro grande, apenas se deja ver en la copa unos breves instantes al ser servida y desapareciendo sin dejar el mas mínimo rastro. Se adivina un tímido burbujeo entre la bruma, pero la actividad es reducida.
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Aroma
En ambos casos el aroma es sutil y dominado por las notas ácidas. Haciendo un esfuerzo de pituitaria, se puede adivinar ese toque de pino y resinas que sugiere el participante danés en su nombre, además de piel de cítricos, levadura y notas especiadas. Pero en mi opinión el conjunto es confuso y no del todo agradable, resultando químico y algo artificial. Por otro lado, la cervecera sueca carga de notas frutales cítricas y tropicales su cerveza, destacando el mango, fruta de la pasión, albaricoque, uva y piña madura. Sin duda más familiar y agradable en nariz.
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Gusto
Llegamos a una zona de rápidos, donde nuestros dos palistas tendrán que demostrar su destreza en la materia. Al probar Bianca, la sensación es plena, chispeante y llena de contrastes. Por un lado cargada de notas dulces de malta y fruta tropical y por otro, cítrica, agria, así como algo amarga y claramente láctica recordando al yogur natural. Con un final seco y astringente es sobre todo en ese momento donde más se perciben las notas saladas. To the fyrreskov está más marcada por notas cítricas de lima, piel de limón, kiwi amarillo y membrillo. El cereal está presente pero sin maltear, con sabor a trigo y pan blanco. Aquí si que se percibe claro el toque a pino y resina de lúpulo, desplazando a un segundo plano las notas lácticas y de levadura. El final del trago y el recuerdo que deja es muy seco, astringente, salado, especiado e incluso algo picante.
La competencia es dura y los dos mantienen el tipo, pero Omnipollo vuelve a sacar partido de su habilidad y realizando una maniobra de "esquimotaje", se hace de nuevo con una buena ventaja.
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Cuerpo
Ya en aguas tranquilas es cuando toca dar el apretón final e imprimir velocidad al kayak para llegar el primero a la meta. Para ello, el cuerpo de la representante de la danesa To-Øl, por ligero, acuoso y su carbonatación alta, debería ser una ventaja a priori, ya que es más fiel a estilo. Pero esas mismas cualidades, también hacen que el trago pase rápido por la garganta si pena ni gloria, solo como un mero refrescante. Omnipollo aporta un plus al ser algo mas oleosa y sedosa en boca, resultando la experiencia mas duradera y por supuesto mas placentera. Me parece que esto es un "paleo a ola" de la cervecera sueca, que aprovecha el clasicismo de su contrincante para superarle con una pequeña artimaña de innovación.
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Puntuación
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Valoración
Pues victoria clara en esta competición acuática y veraniega. En ocasiones es reñida y se define por pequeños detalles y otras veces la balanza se decanta claramente por un lado, y siempre teniendo en cuenta que todos los factores son importantes, desde la presentación al sabor, así como el precio o las sensaciones que nos producen. Claro está que para gustos los colores. Yo como siempre, he disfrutado de lo lindo y ha resultado ser una experiencia de lo mas refrescante. Dos competidores del máximo nivel y con diferentes formas de entender e interpretar un estilo. Así que solo me resta desearos un buen verano plagado de cervezas y momentos felices. Salud y hasta el próximo "Cerversus".
Escribe Iban LaBestia
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