Cervezas Olañeta, del río Añarbe a tu vaso

Escribe Diego Retuerta

La empresa Olañeta tiene su origen en 1910, pero no sería hasta 100 años después cuando decidieron lanzarse a sacar su propia línea de cerveza. En 2010 comenzaron a estudiar la elaboración de la craft beer y, finalmente, en 2012 lanzaron sus dos primeras cervezas: Olañeta Blonde y Olañeta Brown.

Desde ese momento han seguido lanzando nuevos tipos de cerveza para su marca, llegando a un total de seis. He tenido la oportunidad de probarlas, por lo que aquí os dejo mis impresiones de cada una de ellas. Espero que las disfrutéis tanto como yo:

Blonde Ale: Lo primero que llama la atención de esta cerveza es su color pajizo, claro pero sin llegar a ser translúcido. La espuma es de color blanco y tiene poca retención. No es demasiado olorosa, pero deja entrever un olor poco intenso y afrutado que hace pensar que tenemos delante una cerveza de sabor suave.

Pero no te dejes engañar, la primera sensación que deja nada más entrar en la boca es un leve toque ácido que irá bajando poco a poco una vez que traguemos, dando paso así a un amargor más suave. Su sabor fresco y afrutado, así como su 4,6% de alcohol, la convierten en una cerveza ligera e ideal para tomar en cualquier ocasión.

Golden Strong Ale: A pesar de no destacar mucho por el olor, su color dorado casi ambarino y una espuma jabonosa entran muy bien por lo ojos. Pero esto no es lo único que entra bien, cuando está en la boca dejará un intenso sabor ácido que, junto al color, te recordará sin duda alguna a la sidra.

Cuando baje irás notando un leve amargor, aunque no echa a perder la sensación resfrescante. Con un 8% de alcohol esta cerveza se corona como la más alcohólica de las seis, aunque no es algo que se note en exceso. No obstante, si no eres fan de la sidra esta no será tu mejor opción.

Brown Ale: Sin duda hace honor a su nombre. El color marrón claro que llena el vaso, junto con una espuma color hueso algo más espesa que las anteriores, son los grandes atractivos visuales de esta cerveza. Sin ser demasiado olorosa, desprende una mezcla balanceado entre el dulce y el amargor que recuerda al chocolate.

Una vez que entra en la boca se despejan todas las dudas: el sabor es puro cacao que entra amargo y baja amargo, llenando por completo la boca de una sensación chocolateada que no llega a ser empalagosa en ningún momento. Además, su 4% de alcohol invita a tomar más de un vaso si te encanta su sabor. Todo un acierto para esta época del año si buscas una bebida con un sabor más intenso y que no esté caliente.

Uno de los detalles que llama la atención en la etiqueta es que todas las cervezas usan en su elaboración agua del río Añarbe

APA American Pale Ale: Al abrirla desprende un olor intenso y fresco, casi afrutado. Esto se combina con su aspecto casi anaranjado, que recuerda mucho al mango. Todas estas sensaciones no se quedan solo en un conjunto de percepciones olfativas y visuales, y es que cuando esta cerveza está en la boca te llena de un dulzor agradable que no desaparece al bajar.

En resumen es una cerveza muy suave y ligera de tomar que, gracias a su 5% de alcohol, te permitirá disfrutar de ella sin demasiadas preocupaciones.

IPA Dry Hopping: Su fuerte olor es solo comparable con su sabor. De aspecto anaranjado casi cobrizo, nada más abrir la botella llenará con su fragancia tu alrededor, presagiando que vas a beberte una cerveza con un sabor intenso. En cuanto entra en la boca se confirma cualquier sospecha: al comenzar irá impregnando poco a poco tu paladar con un amargor que se intensifica al tragar.

Es un sabor fuerte y que se queda, algo que encantará sin duda alguna a quienes adoren sentarse a beber una buena cerveza amarga para acompañar la comida. A pesar de que la escala IBUS no es una medida fiable para medir siempre el amargor, el 81 que luce en su etiqueta cumple las expectativas.

Milk Stout: La última cerveza de este lote de seis me sorprendió bastante en cuanto la abrí. Desde la botella se desprendía un fuerte olor a café, algo que se refuerza bastante en cuanto la sirves en el vaso. Su color marrón oscuro opaco, casi negro, junto a una espuma de color crema y algo espesa no parecía tener mucho parecido con una cerveza.

Efectivamente, cuando entra en la boca se llena de un intenso sabor a café algo espeso que dejará consigo un fuerte amargor que, cuando baja, no pierde ni un poco de esa sensación. No obstante, al final deja un regustillo dulce. Todo esto viene explicado por el uso de café, cacao y lactosa en su elaboración. A pesar de lo que pueda parecer, todo lo mencionado no la hace peor cerveza que las anteriores.

Es una mezcla arriesgada que busca contentar tanto a los fans del café con su sabor y presentación, pero no deja atrás a los fans de la cerveza que buscan refrescarse con una bebida alcohólica que, en este caso, tiene 6% de alcohol. Si disfrutas de ambas bebidas no dudes en darle una oportunidad.

Las cervezas elaboradas por Olañeta me parecen bastante recomendables. Dentro de esta selección de seis hay una variedad que se puede adaptar al paladar de cada uno y que no decepcionan en lo que respecta al sabor, por lo que os invito a echar un vistazo a su tienda si queréis mirar con más detalle. Agur!

Actualización: DDH IPA West Coast y Pils Lager de Olañeta

Escribe David Varela

Olañeta ha ampliado su portfolio con dos nuevas cervezas que pasan a ser fijas de la marca vasca. Dos años después de publicar la primera parte de esta entrada, me agrada escribir sobre Olañeta porque significa que la fábrica sigue adelante y desarrolla nuevos productos. Los estilos de estas nuevas cervezas ya se podían intuir en las palabras de Pablo, su administrador, cuando nos habló el segundo de enero sobre las tendencias del sector cervecero. He aquí el resultado.

Empezamos por su Pils Lager, una lager de aspecto claro sin filtrar ni pasteurizar. La levadura en suspensión le aporta cuerpo. El lúpulo no es tan protagonista como en una pilsen checa, sino que recuerda más a una pilsner alemana por su equilibrio entre dulzor y amargor; pero eso es una discutible apreciación personal. En todo caso, Olañeta ha elaborado una “rubia” de baja fermentación para beber a trago largo con 5,5% de alcohol.

En otras coordenadas, volvemos sobre el lúpulo. Aunque Olañeta ya tenía una IPA con Dry Hopping, ahora ha lanzado una DDH IPA West Coast. Es decir, una IPA al estilo californiano con doble adición de lúpulo en el fermentador ¿Qué diferencia hay entre ellas? La nueva luce lúpulos Columbus, Mosaic y Amarillo, mientras que la anterior lleva Columbus, Cascade y Citra. La nueva IPA es más brillante, menos amarga y más ligera de cuerpo a pesar de que contiene avena. Es más refrescante en definitiva, ideal para los días de calor. De hecho, también tiene menos alcohol que su hermana mayor, “solo” un 6%. Además ofrece un despliegue aromático intenso, un golpe de sensaciones cítricas y frutales. Todo esto se traduce en una IPA correcta y sabrosa.

En conclusión, resultan cervezas agradables y con la calidad que se le supone a una empresa centenaria. La DDH IPA demuestra que las nuevas tendencias no están reñidas con la tradición, mientras que la Pils Lager merece especial consideración por la dificultad que entraña elaborar buenas cervezas rubias de baja fermentación ¡Cerramos con buen sabor de boca!