Cervezas Alhambra, la marca de la botella desnuda, me invitó a una cata de sus referencias en el Espacio Ephímera de Madrid. Empezamos con una degustación de Alhambra Especial (Pilsen Lager 5,4º), Alhambra Reserva 1925 (Amber Lager 6,4º) y Alhambra Reserva Roja (Bock 7,2º). De esta última, acaban de lanzar una edición en botella de 70cl para compartir en la mesa.
Una serie de imágenes inspiradoras envolvió esta experiencia sensorial que dirigió el extraordinario equipo de Sabeer. Tras dicha actividad, nos lanzamos a un maridaje gastronómico coordinado por Julio Cerezo, director de Sabeer, y Natalia Cisterna de La Mojigata. Podéis tomar nota de cada tapa para cuando degustéis cervezas estilo Bock porque combinan genial.
- Butifarra blanca y butifarra negra asadas con cerveza.
- Codorniz en escabeche.
- Jabalí cocinado a baja temperatura con aceite de romesco y aceitunas.
- Compota de manzana con cerveza y queso añejo de oveja.
- Habas con crujiente de cecina y pimiento tostado en la plancha.
- Crackers de solomillo con reducción de cerveza y romero.
- Tiramisú. Sí, también podemos tomar cerveza con el postre.
Probamos cada una de estas propuestas con Alhambra Reserva Roja, una cerveza estilo Bock (de la familia de las Lager). Esta cerveza se distingue por su aspecto cobrizo y una intensidad mayor, tanto en boca como en nariz, con recuerdos a caramelo y bizcocho. Cierto es que los 7,2º de alcohol se hacen imperceptibles. Por esto considero a Alhambra Reserva Roja como una digna aproximación a las cervezas de estilo Bock y Doppelbock alemanas.
Lo que Alhambra deja claro en sus cervezas es la preocupación por la estética del producto. Encontramos botellas de vidrio sin etiqueta, pero con relieve. Este diseño guarda ciertas similitudes con la cerveza trapense Westvleteren. Asimismo, podemos interpretar el formato de 70cl como un acercamiento al mundo del vino, aunque además es bastante popular en las cervezas belgas. También bebemos por los ojos, y no lo podemos evitar.
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