¿Cerveza artesana a domicilio en Madrid?

Los Grifos, la cervecería de la calle Manuela Malasaña (Madrid), ha lanzado un novedoso servicio de cerveza artesana a domicilio. Su propuesta es simple: sirven el pedido en menos de 24 horas dentro de los límites de la M-50 (Comunidad de Madrid). Con esta premisa, Los Grifos potencia la nueva tienda online que arrancó en otoño.

En palabras de Alexandre Bazzoli, gerente de Los Grifos, la filosofía de la iniciativa es clara. "Queremos ofrecer al usuario la experiencia de tomarse cervezas artesanas en casa con familiares o amigos para celebraciones o simplemente disfrutar una buena birra con el valor agregado de la entrega rápida”, sentencia Bazzoli al que ya entrevistamos en 2017 por su rompedor concepto de “gasolinera” de cerveza artesanal traído de Francia.

El funcionamiento es sencillo, los clientes que efectúen su pedido hasta las 19:00 recibirán las cervezas en el mismo día. De momento este servicio solo está disponible para las zonas ubicadas dentro de la M-50. En este sentido, Bazzoli destaca que su principal ventaja es que “el usuario puede tomarse una cerveza artesana sin tener que salir de casa y sin tener que esperar 2/3 días que llegue la caja a casa”.

Así, la nueva tienda de cervezas artesanas de Malasaña parte con una oferta de más de doscientas referencias, además de cestas regalo, growlers con cerveza recién tirada del barril y vinos de calidad. Desde Los Grifos aseveran que próximamente quieren ampliar su oferta a bebidas espirituosas. De esta manera, la cervecería de Malasaña amplía su negocio más allá del concepto cervecería.

A diferencia de otras tiendas de cerveza, la de Los Grifos sirve pedidos de lunes a domingo. Es decir, fines de semana incluidos. Es aquí donde radica parte del éxito de esta iniciativa que acumula más de cien pedidos durante los primeros tres meses de puesta en marcha.

Para quien no conozca Los Grifos, se trata de un bar de cerveza artesanal en el barrio madrileño de Malasaña donde los clientes se sirven ellos mismos la cerveza de los diversos grifos de local a través de una tarjeta de socio que funciona con recargas. Es decir, el cliente decide cuántos centilitros quiere de cada cerveza y cómo desea servírsela. Esto permite disfrutar múltiples cervezas y probar sin miedo.

Tres años después, el negocio se expande también como tienda especializada, y mantiene el espíritu de transformar el modelo en una franquicia para los amantes de la cerveza.